jueves, agosto 17, 2006


Murieron dos Pescadores

Dos de los cinco náufragos mexicanos, que iniciaron una aventura inesperada, murieron durante la travesía.

Los ahora sobrevivientes, depositaron sus cuerpos en el mar.

Hasta el momento no se identificó en forma oficial a los pescadores fallecidos.

El Secretario de Relaciones Exteriores Luis Ernesto Derbez, informó a la prensa, que dichos pescadores fallecieron, al parecer, entre enero y febrero del 2006, a causa de las condiciones extremas de la travesía.

Se atribuye al pescador Jesús Eduardo Vidaña López, señalar que, quienes murieron, eran conocidos por Juan David y “El Farsero”.

No hay duda que, después de la sorpresa y la felicidad provocada por el rescate de los náufragos mexicanos Salvador Ordóñez Vásquez, Lucio Rendón Becerra y Jesús Eduardo Vidaña López, cerca de las Islas Marshall, al norte de Australia, se conocerá poco a poco el lado más trágico de la inesperada aventura. Por ejemplo:

¿Cuánto sufrieron sus dos compañeros? ¿Por qué no resistieron? ¿Cómo fueron sus últimas horas de vida? ¿Sus últimas palabras? ¿Murieron el mismo día? ¿Qué sintieron ellos al tener que depositar sus cuerpos en el mar?

También se hilvanará la verdad, porque hay algunos datos contradictorios.

Desde un principio, se habló de que eran tres los náufragos, ahora se conoce que son cinco.

¿Por qué no se dijo desde el principio que eran cinco? Aquí cabe aquello de: “Porque no me lo preguntaste”.

Es cierto, nadie les había preguntado a los rescatados, cuando menos desde México, y nadie había dicho, en el campo pesquero de donde son conocidos, que fueron cinco los pescadores tiburoneros los que partieron de Boca del Asadero, del municipio de San Blas, del Estado de Nayarit, México.

Algo más que se tendrá por confirmar, es la fecha de partida: Se habla de que salieron de Boca Asadero a fines de octubre del 2005; también se dice que fue a principios de noviembre de 2005 y, se difundió información de que tenían tres meses desaparecidos.

Ellos, insisten en que fueron nueve meses los que estuvieron en el mar, en su lancha de un poco más de ocho metros “de largo”. ¿Llevaron bien sus cuentas de los días?

Y algo más: ¿Por qué las autoridades portuarias del lugar no conocieron de la partida y luego desaparición de los pescadores?

Es una historia que irá interesando a más público en el mundo, arto de la información de guerras, porque falta mucho por conocer, porque es producto de la realidad, no de la imaginación y, porque ahora, se conoce un lado más trágico: La muerte de dos de los pescadores.

Y, en el lado amable de la aventura, le espera una sorpresa feliz a Jesús Eduardo Vidaña López: Durante su larga estancia en el Océano Pacífico, su esposa Yuzmey García, que estaba embarazada cuando partió, dio a luz una niña que ahora tiene cuatro meses de edad.

Fotografía: Gaviotas