¿Un lamentable error de la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación?
¿Alguna intención oculta, conocida sólo por sus muy allegados?
De inmediato hubo reacciones en su contra, entre ellas, las de dos diputados del Partido de la Revolución Democrática: Ricardo Gerardo Higuera y Pablo Gómez. Ellos no creen en un posible descuido y, estiman que, al referirse a Felipe Calderón Hinojosa, como “Presidente electo”, Gordillo Morales fijó una posición política.
A su vez, la dirigente del magisterio nacional, envió una carta al magistrado Leonel Castillo González, Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en la que considera que su expresión no fue “una opinión jurídica” al llamar “Presidente electo” a Felipe Calderón Hinojosa. También estima que no hubo una falta de respeto.
Ahora la famosa carta, es considerada como una presión al Tribunal, para que dictamine en favor de Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional.
No deja de sorprender el poder político que le conceden a Gordillo Morales.
Que es una persona con influencia en diferentes sectores, cierto. Que tiene “un colmillo” más largo que el de un vampiro, en política sindical y de partido, también es cierto, pero de que influya hasta en la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, es menospreciar la honorabilidad de la institución en un momento de gran importancia para México.
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