El Colorado
Un 5 de marzo, llueve en la zona de “El Pinacate”, en la Reserva de la Biosfera.
Su entrada principal está localizada, a escasa media hora por carretera desde Puerto Peñasco, Sonora, con sus playas bañadas por el Mar de Cortés.
Es una invitación a recorrer el área con sus cráteres milenarios, porque el espectáculo es fuera de serie, tomando en consideración que es zona desértica, que registra una temperatura superior a los 40 grados centígrados en el verano.
De seguro habrá oportunidad de hacer fotografías.
Algunas partes del camino (morusa de grava comprimida), están cubiertas por el agua, pero se cruzan sin peligro.
A eso de las 12:00 p.m., nos encontramos admirando el cráter conocido por “El Elegante”. Dos cruces registran los nombres de quienes, en distintas fechas, cayeron al precipicio y fallecieron. Es zona de cuidado, al caminar, uno no puede distraerse.
El vehículo se encuentra a escasos cien metros de distancia y, cuando nos dirigimos a él, vuelve la tormenta.
Amaranto Celaya, Cronista de la Ciudad y la fotógrafa Jesusa Gamboa, deciden que es hora de comer algo. Estamos de acuerdo. Hay tacos de tortilla de harina con carne de res asada y café.
La lluvia sigue, reanudamos el viaje. Ahora rumbo al cráter “El Colorado”. Vamos sin prisa, disfrutando el paisaje propio del desierto. Las nubes son oscuras y, de cuando en cuando, se filtran rayos de sol.
Las escalas son periódicas porque la luz es adecuada para hacer algunas fotografías. Aprovechamos que deja de llover y, eso es, a disparar una y otra vez la cámara.
De pronto, el camino está cubierto con más agua de lo esperado. Descendemos del vehículo y, a la distancia, “El Colorado”. En su base, una gran cantidad de flores amarillas y, las nubes dejan pasar los rayos del sol.
Accionamos la cámara.
La escena quedó registrada.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home