Apolo 11
Cuarenta años después
Cuarenta años después
Cuarenta años después, vi las mismas imágenes: El hombre llegando a la luna.
En aquella ocasión, sentado ante un televisor que nada tenía que ver con la tecnología moderna –en nitidez, en tamaño, menos en color–, observé con asombro como Neil Armstrong se convertía en el primer ser humano en pisar el satélite de la tierra. Al descender del “Eagle” –no recuerdo haberme fijado aquel día, en el nombre de la nave de descenso–. La tripulación del Apolo 11 la integraban, además –justo es mencionarlos aunque esté más que difundido–, Edwin E. “Buzz” Aldrin y Michael Collins. Era una carrera entre dos potencias y, la ganó Estados Unidos. Perdió, conocido es, la ahora desaparecida Unión Soviética –URSS.
Por aquellos años, hasta los niños de primaria hablaban de alunizaje, del Apolo 11, no se diga que se conocían los nombres completos de los tres astronautas. De cuales fueron los que caminaron sobre la superficie lunar y quien se quedó en el módulo de mando.
Y se hizo famosa la frase de Armstrong: “Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran paso para la humanidad”. También encontramos la traducción: “Este es un pequeño paso para un hombre, un salto gigantesco para la humanidad”.
El programa relacionado con el alunizaje, lo vimos con otros ojos en History Channel. Encontramos más información ¿acaso la olvidamos o nos pasó desapercibida aquel 20 de julio de 1969? Ahora, no estaba el asombro. Le sustituyó la inquietud por comprobar algo de aquello que afirman los escépticos: De que el hombre, nunca llegó a la luna. ¿Pruebas? Que la bandera ondea, cuando se supone que en la luna no hay viento; que no tenían por qué dejar huellas tan nítidas los astronautas –Armstrong y Aldrin–; que no tenía por qué haber reflejos de imágenes en el casco de Armstrong y, con seguridad dicen que no es el famoso “Mar de la Tranquilidad”, ni están cerca de él. Hasta el contenido gramatical de la frase pronunciada por Armstrong, ha entrado en discusión porque se afirma que, lo dicho por él en la luna, no se escuchó igual en la tierra y, “se comió” una “a” antes de “man”. “That’s one small step for a man, one giant leap for mankind”. La NASA y él, siempre aseguraron que fue pronunciada. Por si se tenía alguna duda, la tecnología moderna, confirmó que la famosa “a”, sí fue pronunciada.
Cuarenta años después, el alunizaje del Apolo 11, por muy diferentes motivos, nos mantuvo interesados. Por lo pronto pensemos que todo fue verdad y no un trabajo de Stanley Kubrick, para engañar al mundo.
En aquella ocasión, sentado ante un televisor que nada tenía que ver con la tecnología moderna –en nitidez, en tamaño, menos en color–, observé con asombro como Neil Armstrong se convertía en el primer ser humano en pisar el satélite de la tierra. Al descender del “Eagle” –no recuerdo haberme fijado aquel día, en el nombre de la nave de descenso–. La tripulación del Apolo 11 la integraban, además –justo es mencionarlos aunque esté más que difundido–, Edwin E. “Buzz” Aldrin y Michael Collins. Era una carrera entre dos potencias y, la ganó Estados Unidos. Perdió, conocido es, la ahora desaparecida Unión Soviética –URSS.
Por aquellos años, hasta los niños de primaria hablaban de alunizaje, del Apolo 11, no se diga que se conocían los nombres completos de los tres astronautas. De cuales fueron los que caminaron sobre la superficie lunar y quien se quedó en el módulo de mando.
Y se hizo famosa la frase de Armstrong: “Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran paso para la humanidad”. También encontramos la traducción: “Este es un pequeño paso para un hombre, un salto gigantesco para la humanidad”.
El programa relacionado con el alunizaje, lo vimos con otros ojos en History Channel. Encontramos más información ¿acaso la olvidamos o nos pasó desapercibida aquel 20 de julio de 1969? Ahora, no estaba el asombro. Le sustituyó la inquietud por comprobar algo de aquello que afirman los escépticos: De que el hombre, nunca llegó a la luna. ¿Pruebas? Que la bandera ondea, cuando se supone que en la luna no hay viento; que no tenían por qué dejar huellas tan nítidas los astronautas –Armstrong y Aldrin–; que no tenía por qué haber reflejos de imágenes en el casco de Armstrong y, con seguridad dicen que no es el famoso “Mar de la Tranquilidad”, ni están cerca de él. Hasta el contenido gramatical de la frase pronunciada por Armstrong, ha entrado en discusión porque se afirma que, lo dicho por él en la luna, no se escuchó igual en la tierra y, “se comió” una “a” antes de “man”. “That’s one small step for a man, one giant leap for mankind”. La NASA y él, siempre aseguraron que fue pronunciada. Por si se tenía alguna duda, la tecnología moderna, confirmó que la famosa “a”, sí fue pronunciada.
Cuarenta años después, el alunizaje del Apolo 11, por muy diferentes motivos, nos mantuvo interesados. Por lo pronto pensemos que todo fue verdad y no un trabajo de Stanley Kubrick, para engañar al mundo.